''I wear this crown of thorns
Upon my liar's chair ''
Upon my liar's chair ''
Johnny Cash - Hurt
A mis inexistentes lectores les habría entusiasmado una vuelta con luces de neón,críticas a blockbusters mierderos o alguna sutíl puñalada trapera a la audiencia marvelita.
Pero yo como empatizo con el tema de pasar desapercibido pues traiga la cinta experta en ese tema de pasar desapercibida entre esa larga de filmografía que son ( como no ) los Hermanos Coen
El despreciable encanto de Llewyn Davis
A medida que pasan los años, las cintas o grandes producciones nos muestran a felices actores triunfando en el amor y bailando encima de capós de coches como si de un musical cutre se tratara, o nos venden guaperas entallados en ya sea armaduras,trajes espaciales o simplemente personajes arquetípicos y saliendose del tema el tipico giro de rosca que deja al espectador medio boquiabierto.
¿Llewyn Davis? Es ese protagonista tan censurable del que el ABC,Arturo Pérez Reverte y algun otro ilustrado local tacharía de '' falta más Alatriste y Flandes en este postre''.
Para mi este hombre de dudosa moral, interpretado por Oscar Isaac es la insatisfacción de vivir la vida que nos toca vivir, y os lo dice un estudiante de Bellas Artes y jornalista de Jardinería.
Mostrando sus canalladas y las piedras que encuentra en su camino los Coen se salen de su zona de confort del yermo helado de Fargo o desierto del Gran Lebowski y no es país para viejos para mostrarnos la cruda realidad de como a menudo nos mencionan nuestros progenitores y pocos ponemos en práctica '' sacarnos las castañas del fuego ''. Uno de los baches que encontré fue a John Goodman que hizo que casi desconectara de lo que es La balada de un hombre común
En esta sociedad que nos ha tocado vivir el dar por hecho la presencia de la compañia, la ignorancia de los problemas ajenos y el dotarse de cierta importancia es lo que junto a la sociedad de consumo y la oligarquía dominante es lo que realmente emponzoña a la raza humana.
Pocos empatizarían con este hombre y su gato tanto como lo he hecho yo, con sus dispersas e inconexas relaciones,para nada altruistas, y con mostrarnos que en todo momento hay una segunda protagonista que acompaña a Isaac durante toda la cinta y que se muestra en toda su gloria en este plano .
Un gran sabio llamado J R R Tolkien, mi profesor, acuñó a los de Llewyn y a los mios en una prometedora frase
'' No toda la gente errante anda perdida''
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